Existe en Francia una leyenda acerca de este símbolo: Un ángel le regaló a Clovis, el rey Merovingio de los Francos, un lirio de oro como símbolo de su purificación por su conversión al Cristianismo. Otros dicen que Clovis adoptó el símbolo cuando los lirios de agua le mostraron el camino para cruzar con seguridad un río y ganar una batalla.
En el siglo XII, el rey Luis
VI fue el primer monarca francés en usar la flor de
lis en su escudo. Los reyes ingleses usaron más tarde
el símbolo en sus armas para enfatizar sus reclamaciones
sobre el trono de Francia. En el siglo XIV, la flor de lis
fue a menudo incorporada en las insignias de familia que eran
cosidas en el manto del caballero, que era usado por su propietario
sobre la cota de mallas, de ahí el término "manto
de armas". El propósito original de identificación
en batalla derivó en un sistema de designación
social de estatus después de 1483, cuando el rey Edmund
IV estableció el Colegio de Heráldica para supervisar
los derechos del uso de las insignias de armas.
Santa Juana de Arco llevaba
un estandarte blanco que mostraba a Dios bendiciendo el emblema
real francés: "la flor de lis", cuando guió
las tropas hacia la victoria sobre los ingleses en ayuda del
Delfín, Carlos VII, en su lucha por el trono francés.
La Iglesia Católica Romana utiliza el lirio como un emblema especial de la Virgen María. Debido a sus tres "pétalos", la flor de lis también ha sido usada para representar la Santísima Trinidad.
También los cartógrafos la utilizaron en sus mapas como símbolo para indicar el norte y unidades militares, incluyendo divisiones del ejército de los Estados Unidos, han usado la "flor de lis" como símbolo del poder marcial y la fortaleza. |